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CJU15 Sejenovic afirma que la defensa de la naturaleza es consustancial a la defensa de los Derechos Humanos

Buenos Aires, 9 de septiembre de 2015. Héctor Sejenovich, ganador del Premio Nobel, de manera compartida, con los miembros del panel Intergubernamental de Cambio Climático en 2007 que la defensa de la naturaleza que habitan los pueblos son “una parte sustancial de los derechos humanos de estas comunidades”, una percepción que “cada vez es más genérica” y, por lo tanto, comparte la visión de los que inciden la necesidad de incluir los delitos medioambientales graves en el catálogo de crímenes de lesa humanidad. Así se expresó el Nobel durante su intervención en el II Congreso de Jurisdicción Universal que tiene lugar en Buenos Aires organizado por la Fundación Internacional Baltasar Garzón.

“La deriva actual del capitalismo”, señaló Sejenovich, “pone en riesgo la supervivencia del planeta y nos lleva a la autodestrucción”. El experto, que en charla con el juez Baltasar Garzón habló sobre la relación existente entre Medio Ambiente e intereses económicos, apostó por cambiar la visión que, desde el punto de vista empresarial se tiene de la protección medioambiental, a la que se relaciona, de manera injusta como “no se puede hacer nada” y poner de manifiesto que “un uso sustentable de los recursos naturales es aún más beneficioso desde el punto de vista económico que la explotación hasta el agotamiento de los mismos recursos”.

 “Pero las tendencias economicistas tienden a la maximización del recurso; esto es, sacar el máximo provecho posible de cada uno de los productos por separado. Esto provoca el agotamiento de estos recursos”, señaló. Así, Sejenovich refirió que es necesario “cambiar los mitos que existen sobre el crecimiento económico; se puede aspirar a un desarrollo sustentable y renovable para cambiar los paradigmas económicos que fijan un modelo de crecimiento que es del todo insostenible”.

En cuanto a la posibilidad de perseguir internacionalmente los delitos medioambientales graves, Héctor Sejenovich recordó: “podemos mostrar gran cantidad de ejemplos como ciertas actividades económicas como la mega minería o la soja tiene efectos negativos sobre la salud de millones de personas” un aspecto que justificaría la inclusión de este tipo de delitos, cuando lesionen los derechos de colectividades, en el listado de los delitos perseguibles de manera internacional.

 

 En este sentido, el Premio Nobel argentino comentó que hay temas enormemente delicados como la contaminación de napas freáticas y los vertidos en cauces de los que viven millones de personas.

 

Baltasar Garzón, por su parte, puso de manifiesto los recientes cambios de legislación en Latinoamérica a favor de La ‘Pachamama’ un extremo que Sejenovich señaló como un “paso muy importante” para reconocer al medio natural como ‘sujeto de derecho’. El Nobel destacó que en esta nueva concepción tienen mucho que decir los pueblos originarios, “ejemplos claros de la explotación sustentable del medio” y guardianes “de una biodiversidad que trasciende lo natural y también tiene un enorme componente cultural”. Precisamente es un cambio cultural lo que se precisa, a juicio de Sejenovich y “abandonar la creencia ciega en el crecimiento sin límite como única forma de crear riqueza económica”.

 

Durante los días 9 y 10 de septiembre se está celebrando en Buenos Aires este II Congreso de Jurisdicción Universal organizado por FIBGAR. Expertos de todo el mundo reclaman la necesidad de “dar un paso hacia adelante” en la consagración del principio de Jurisdicción Universal. Baltasar Garzón, aseguró en la inauguración del foro internacional, que de nada sirve hablar en comités de expertos si el debate sobre la necesidad de luchar contra la impunidad no se instala en la sociedad.  Instó a los expertos que debaten el documento de nuevos principios de jurisdicción universal, a que saquen el debate sobre la necesidad de luchar contra la impunidad a la calle y que impliquen a la sociedad entera en la tarea de “no dar un solo paso atrás”. 

El objetivo, resumió, es lograr un nuevo catálogo de principios que aborden otros aspectos fundamentales y sirvan para garantizar “condiciones de vida dignas para toda la población” y “la conservación del medio ambiente”. En este sentido, el presidente de FIBGAR señaló que la inclusión de los delitos económicos graves en el listado de crímenes de lesa humanidad es clave ya que “anteponer los intereses y la especulación agranda las diferencias y nos destruye como seres humanos y como pueblos”.

 

Palabras que secundó Juan Martín Fresneda secretario General de Derechos Humanos: “Para poder transformar la realidad es necesario tener coraje y la convicción colectiva de enfrentar a los responsables de esas desigualdades”. Por su parte, Remo Carlotto, diputado y presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Nación destacó que  “investigar los verdaderos resortes de los crímenes de Estado supone perseguir la red de intereses que las grandes corporaciones nacionales e internacionales ponen en juego para alentar y apoyar los golpes. Sin el apoyo de estas estructuras económicas es difícil sostener y financiar las actividades delictivas de estos entramados criminales

 Paulo Abrao, presidente del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur, añadió que aumentar el alcance de la Jurisdicción Universal es una herramienta válida para perseguir comportamientos que pueden encontrar refugio en algunos países del mundo y, a la vez, garantizar el derecho de las víctimas a la Justicia y a la reparación. Por último, Alejandra Gils Carbó, procuradora general de la Nación, resaltó que este tipo de iniciativas no hacen sino “reforzar los mecanismos que permiten investigar y juzgar comportamientos que ofenden a la Humanidad entera”. “Ante un contexto de retroceso en los países centrales, es vital evitar que existan refugios para los delincuentes que cometen este tipo de crímenes”, concluyó.

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